jueves, 15 de mayo de 2014

La gaviota

Planeando en el cielo con sus halas extendidas parece mucho más grande de lo que realmente es.
Era muy joven, aprendía aún a volar; y no hubiera tenido mérito de mención, a no ser por un hecho que de forma inesperada le sucedió.
Tú realizas el vuelo, tú descubres y vives, nadie debe retenerte

Se había alejado de su nido, y se dirigía hacia el interior, a las montañas suaves que tenía enfrente, opuestas al mar, de donde no solía separarse.

Aquel paisaje era distinto, tierra, arbustos, árboles, casas de campo, trigales maduros, como de oro, de apetitosas espigas llenas a reventar del exquisito grano, frutas jugosas de variados colores...

Como uniéndose a su su afán, una ráfaga de viento empujó, a nuestro joven amigo, haciéndole chocar contra las ramas de un olmo, que majestuoso y lleno de flores amarillas, fue amortiguando su caída, de rama en rama, que acariciaban su cabeza, sus alas blancas con manchas negras, su cuerpo emplumado que por fin, terminó en el mullido suelo de hojarasca.
En su memoria inmediata, aún le abatían, las ramas y hojas.
Su última visión fue la luz del sol filtrándose entre cientos de partículas vegetales del follaje del gigantesco árbol.

Un gorrión interrumpió su saltarín picoteo, para contemplar la caída de su vecino aéreo; algunas mariposas revoloteaban y le acariciaban la cabeza con sus alas.

Un gato se acercaba sigilosa para indagar que provecho podía sacar de todo ello; un saltamontes pasó muy cerca de su hocico, y aquella provocación fue demasiado para él, que saltó a la caza del chapulín o langosta, que de forma tan atrevida le torció sus bigotes.

El gato hubiera dado buena cuenta de un bocado tan apetitoso, pues el pájaro estaba inmóvil y desparramado en el suelo, de momento ganó tiempo su maltrecho cuerpo.

Jose, el dueño de la finca, se acercaba, al tiempo que recogía rastrojos para enriquecer su compost.
Lo vio y creyó que era un pájaro muerto, empezó a llamar al gato, para que le sirviera de almuerzo; pero al mismo tiempo, se acercó y lo tocó con la mano.

Estaba caliente y respiraba; lo echó sobre los rastrojos que llevaba en el viejo carrillo de mano, y se dirigió a la casa, con paso más ligero de lo habitual, provocado por el hallazgo reciente.

Lo puso sobre un paño que cubría la mesa, y comenzó a inspeccionarlo con sumo cuidado, le extendió las halas, comprobando que tenían sangre, las limpió y se las recogió con suma ternura. Era un ser vivo que había vivido libre y estaba entre sus manos, pensó con profundo respeto, ¿lograría sobrevivir?

Su hijo Antonio acababa de llegar del colegio y entró en la habitación de los aperos de labranza.
-¿Qué tienes ahí papá?

-Es una gaviota, está malherida.
-Yo la cuidaré, no te preocupes que yo sabré curarla.
-Está bien, yo confío en que le harás lo mejor.

Se curó, pero no volvió a volar; ya pasaron seis meses.
La pusimos en el gallinero, allí intentaba adaptarse; parecía que creyera ser una gallina, se esforzaba en comportarse como ellas, incluso era castigada por el resto de las aves allí congregadas.

Miraba al cielo más que a la tierra, era por eso una torpe ave de corral, su ánimo no estaba en el gallinero.

-Papá, dijo Antonio, la gaviota está cada día más triste, se arrincona dentro del gallinero.
-Claro, no es una gallina, es un ave que está preparada para volar y visitar un mundo muy amplio.
Cada uno debe vivir en función de su naturaleza, de lo contrario será un ser inútil y un despilfarro de la vida.

-Yo la he sacado y la he animado a volar, pero no puede, o no quiere; creo que tiene miedo.

Aquella noche se escuchó una tumultuosa algarabía en el gallinero; se colaron 2 zorros y mataron algunas gallinas; la gaviota aterrorizada huyó a su rincón, el zorro la siguió y cuando iba a morderla con una dentellada mortal, la gaviota desplegó sus halas, las batió y se elevó por encima del félido.
Una vez y otra, hasta que salió de la valla del gallinero, más alto que las copas de los árboles.
Del horror pasó a la sorpresa, y de esta al placer de sentirse volando, disfrutar del roce del aire, de la visión que se extendía delante de sus ojos, montañas, cielo, mar...

Antonio y su padre corrían al gallinero; cuando llegaron allí descubrieron los destrozos causados por los zorros que se habían dado a la fuga.

-¿Y la gaviota? preguntó Antonio a su padre.
- Mira arriba está volando.

La gaviota dio varias pasadas por encima de ellos y por fin emprendió el vuelo hacia el mar.

- Papá se ha ido, dijo Antonio con pena. Se ha ido mi gaviota.
- No es tuya, ella es su única propietaria. Y cada uno debe vivir según los dones que la naturaleza le ha dado.

- Tu también te irás un día, yo me pondré triste, pero me alegraré por ti, es tu libertad.

- ¿Qué querrás ser cuando seas mayor?

- Yo quiero ser una gaviota.



Autor: Juan Carbonell del Pino



jueves, 8 de mayo de 2014

Sexo con amor, buena combinación

Conmociona cuando entran las hormonas, testosterona, estrógenos... y no paran de influir, de una u otra manera durante toda la vida.

Esa fuerza que sientes, esa atracción hacia el sexo opuesto, es la energía de la vida; casi siempre perturbadora, pero magnífica; ya la tienes, ahora debes estar atento/a para que nadie te la ensucie, ni la interprete por ti. 


Es tuya, indágala. y si la compartes, que sea con inteligencia, con amor... con alguien que tenga la misma delicadeza que tú. 


Parece que hay una confabulación para convertir algo sublime y exquisito en una simple estimulación genital. 


Pero cuando no puedes apartar de tu mente el recuerdo de sus ojos, su mirada llena de infinito, la tersura de su piel, su forma de moverse... allí hay alguien semejante a ti, y tu vibras con él; ya no estás solo/a, ahora existes para él/ella. 


Si se encuentran vuestras miradas, todo se llena de luz y color, tu cuerpo se funde con tu alma y te expandes en un espacio sin límites. 


¿Cuánto darías por verle otra vez? ¿hay algo más valioso que su sola presencia?


¿Es real, todo esto que siento? 


Te puedo asegurar que no hay nada más real y auténtico. Otras cosas son también auténticas pero de menos valor vivencial. 


¿Pero y el sexo?


También, pero cuando el sexo está montado sobre el caballo del amor, se convierte en fuegos artificiales, en cielo de estrellas, plenitud, libertad, mística... maravillas... 


Puedes esperar, que nadie te diga cuando, puede ser ahora, y también puede ser más tarde, hay quien prefiere esperar al matrimonio; tú mandas. 

Esta es una época de cambios, externos e internos; descubres y vas cambiando lo que te gusta y tus valoraciones, esto también sucede con respecto a la elección de tu pareja. Lo que hoy te gusta puede que mañana no. 

Es necesario prestarle atención a cosas que pueden suceder y cambiar tu vida, como es un embarazo no deseado o contraer una enfermedad como el sida. No es cuestión de tener miedo, solo es poner atención y considerar cosas que puedes prevenir. 

Cuidado con las experiencias vulgares, con quien no valora al ser humano como algo grande, respetuoso y exquisito.


Porque te puedes confundir y creer que un culo de botella es una esmeralda, existen ambas y tienes que aprender a distinguirlas y a cuidarte de los culos de botella, después puede ser demasiado tarde. 


Aún en una relación positiva, es necesario recordar que todas las rosas tienen espinas; si, así son las rosas y también los seres humanos; tu, yo y todos. Aprender a convivir con los problemas psicológicos propios cuando se mezclan con los problemas psicológicos del otro, si no, puede ser como si estás en un jardín y de pronto tropiezas, caes y metes la cara en una mierda. 


Caminar junto a alguien vale la pena si se aceptan y se comprenden tanto los conflictos psicológicos propios como los del otro; si se comprende que el objetivo de la vida es el perfeccionamiento integral del ser humano. Tú eres lo más importante del mundo porque puedes realizarte, porque eres la obra y el artista. Pero cuidado, puedes pretender poseer al otro y hacerlo tu esclavo o viceversa. 

¿Existe algo más fuerte y más gratificante que el sexo con amor?

Hay gran diferencia dependiendo del lugar donde has nacido.

Pero te van a obligar a vivirlo según el lugar geográfico donde nazcas o el credo que sigan tus padres.

Si naces en la india la mujer está sujeta al marido y a la familia, esto puede ser injusto, pero todos los valores y la protección de la familia están sustentados por la mujer.
El nacimiento de una niña supone una carga para la familia e intentan casarla con pocos años, donde ellas no tienen voz ni voto.

Si naces en áfrica, tienes muchas posibilidades de que te practiquen La ablación sexual, es la mutilación de parte de los genitales externos femeninos para evitar sentir placer sexual, con la finalidad de que puedas llegar virgen al matrimonio, puesto que si no es de ese modo, la mujer puede ser rechazada. También se realiza para evitar la supuesta promiscuidad de la mujer y asegurar que solamente tenga hijos con el marido.

El Corán permite que los hombres golpeen a sus esposas si "sospechan de la lealtad" de éstas, aunque menciona que, por lo menos en algunas traducciones, se las debe castigar de manera "liviana".  También está estipulado que los hombres poseen el derecho de utilizar el cuerpo de sus mujeres como una posesión, utilizándolo como y cuando el hombre lo desee y donde el consentimiento de la mujer no está sujeto a discusión
El burka cubre toda la cabeza y el cuerpo, incluido los ojos; para mirar en la zona de la cara posee una malla de tela cosida a la burka.

Bueno, y en nuestra sociedad occidental, tenemos una gran variedad de convencionalismos y culturas que se inculcan a los niños y niñas, de forma directa o indirecta, con el ejemplo y manifestaciones en la vida cotidiana, que van desde las muy represivas a las liberales; desde las delicadas a las brutales. 

El joven huye, siempre que puede, de las presiones del entorno familiar y aprende en la calle, en el seno de las amistades y pandillas. Atención: respétate, relacionate con quien te respete y respeta tú.

Hay personas que pueden necesitar tu ayuda: angustiados/as, desesperados/as, acomplejadas/os... con poco puedes salvar algunas vidas. 


Salud.