sábado, 12 de abril de 2014

El legado


Los bosquimanos de Botswana constituyen el único pueblo que hoy puede hablarnos de nuestro pasado más remoto. Los antropólogos reconocen en ellos a la cultura viviente más antigua conocida, anterior a la aparición de la población negra africana. Acosados por fuertes intereses económicos para que abandonen sus territorios, se les ha llegado a interrumpir el suministro de agua

Parece que un día en la prehistoria, se encendió una luz en el cerebro de los seres humanos, que nos hizo diferentes y superiores al resto de los animales.¿Puede ser eso cierto? 
Bueno es evidente que los animales no evolucionan y el hombre si.  (o la evolución del animal resulta que es muy lenta y por ello no se observa). 


En la actualidad la evolución del hombre se ha vuelto primordialmente técnica. En su concepción más auténtica, su ser, involuciona, retrocede, se degenera; además es destructor de todo lo que toca, incluido a los propios hombres.

Pero también es un hecho observable que el hombre experimenta la belleza y la crea en obras llenas de su propia belleza.
Si comparamos las creaciones actuales con las pasadas, podemos preguntarnos: ¿Tenemos más humanismo que los griegos clásicos?, ¿hemos evolucionado en la expresión de nuestro equipamiento espiritual?; y la respuesta es no. 


De hecho el Humanismo fue un reencuentro con lo clásico, la búsqueda de una época dorada de la humanidad. 


El humanismo fue un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV. Busca la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro que mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI.
Los humanos dirigen sus ojos hacia épocas más espléndidas en creaciones artísticas y concepciones elevadas; la música, la pintura, la escultura, la filosofía... son creaciones del espíritu humano; y se mira a la Grecia clásica porque en la época actual hay menos creatividad y más materialismo, igual que sucedió en el Renacimiento. 


Volviendo a la pregunta inicial: ¿qué provoca la evolución del hombre primitivo?


¿Qué provoca el desarrollo de su cerebro? El continuo desarrollo cultural que se hereda y se enseña de generación en generación. Ambos son causa y efecto.


La dificultad, el desafío de lo nuevo hace que se creen nuevas conexiones cerebrales; más conexiones cerebrales aplicadas a la dificultad, crean experiencia, técnicas, conocimientos, lenguaje... que es transmitido a la siguiente generación, que a su vez provoca más conexiones cerebrales; el hombre se hace a sí mismo en función del planteamiento de problemas y su resolución. 

¿El continuo desarrollo de su cerebro? En parte fue la posición bípeda, provocada por moverse con frecuencia por terrenos anegados. También se argumenta que pariría antes de su tiempo y la maduración final estaría acompañada de más estímulos del exterior 


¿Por qué los bosquimanos que salieron de África y se extendieron por el mundo obtienen un amplio desarrollo y los que se quedan no evolucionan? 

El ser humano no lleva implícita toda su evolución, el desarrollo cerebral no es todo, vuelve a la prehistoria cuando le falta la cultura. 
Cuando un niño, hijo de seres actuales de cultura elevada, es perdido en la selva y criado por animales, cuando es recuperado, resulta imposible enseñarle el lenguaje humano y la cultura humana actual, y se queda como un hombre primitivo. Sería el caso del "niño gacela" y similares.


Quiero llegar a poder expresar que el hombre necesita de la cultura que recibe de sus padres, maestros y conciudadanos; y que según sean, el niño va a quedar modelado. 


La transmisión es muy sutil, y no solo implica la transmisión del lenguaje y el conocimiento técnico, sino que además se transfieren los sentimientos del amor, o el maltrato; el cuido, o el abandono; la sensibilidad o la brutalidad; la aceptación, o el rechazo... estamos creando cuando tenemos un hijo, lo forjamos según seamos nosotros mismos. 


Este vuelve a ser un momento delicado, los padres, los maestros, pueden no estar a su altura, su capacidad, la del niño, puede ser superior a la de sus progenitores y maestros. Sus decisiones deben estar libres de influencias; sus apreciaciones, su forma de ver la vida; lo que quiere hacer con ella... debe ser favorecida y fortalecida su capacidad para elegir, crear y pensar. 


Cuidado, antes de tener a un hijo o educar a un ser humano. El padre o el educador deben ser individuos preocupados por la libertad y el desarrollo humano; y haber iniciado su propia liberación. 




También sucede, que lo que viene no es algo estándar, no es un hijo igual para todos los padres. El ser que viene va a ser forjado por la cultura, pero él ya es algo, y es algo diferente a otros niños, incluso diferente a sus hermanos de padre y madre. 
También es diferente a sus padres, y una vez que tome la cultura, la va a querer utilizar en función de sí mismo. 

¿Seremos capaces de respetar la evolución de ese ser, que no es mío, sino que ha venido a través de mi? ¿O crearemos un ser conflictivo y con grandes problemas porque introducimos en él la contradicción y la confusión que nosotros tenemos?


El educador no liberado quiere imponer sus creencias religiosas, su criterio de la vida, los logros y triunfos que se deben realizar, quiere convertir al educando en un objeto, un reflejo de sí mismo.
Paralizando de esta forma la evolución del nuevo ser que pertenece ya a la generación del futuro. 

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